NOTICIA

Exhibición en el Museo Field: "Pompeya, historia de una erupción"

Octubre 2005

 

 

 

Vida bajo las cenizas

La exhibición “Pompeya: historias de una erupción” que presenta el Museo Field, presenta los relatos de las personas comunes que perdieron la vida en uno de los desastres naturales más recordados: la erupción del Monte Vesubio.

Hace más de tres años el equipo de exhibiciones del 
Museo Field comenzó a planear una de las muestras más 
ambiciosas y ricas en elementos que ha presentado en los 
últimos años. 

Se trata de “Pompeya: historias de una erupción”, 
compuesta por 12 réplicas de esqueletos de las víctimas 
de la catástrofe, más de 480 artículos personales, 
lienzos y proyecciones en video y que busca que el 
espectador común entienda a detalle lo que sucedió en 
uno de los cataclismos más violentos de todos los 
tiempos: la erupción del volcán Monte Vesubio. 

Gracias a la narración de Plinio, el joven que 
sobrevivió la catástrofe que azotó Pompeya el 24 y 25 de 
agosto del año 79 D.C., es que casi dos siglos después 
podemos conocer más de ella. 

En ese entonces cientos de personas murieron y una 
sociedad cosmopolita y vibrante quedó enterrada bajo las 
cenizas. Pero esta exhibición le permitirá conocer un 
poco de lo que fuera en todo su esplendor, ya que 
“revive” a los habitantes del mundo antiguo. 

Joyas, monedas, artículos de plata, coloridas pinturas y 
mosaicos y objetos del diario vivir forman parte de esta 
muestra que narra la vida de los que alguna vez fueran 
los habitantes de las ciudades ubicadas en la bahía de 
Naples: Pompeya, Herculano y Oplontis. 



“Para entender la muestra es importante saber qué pasó 
antes de la gran erupción”, explica Francesca Madden, 
Directora de Exhibiciones del Museo Field. 

Detalla en el año 62 D.C. Pompeya sufrió un terremoto de 
gran magnitud, lo que provocó que muchos de los 
cimientos de los edificios principales quedaran 
frágiles; con el paso de los años también hubo cambios 
en el sentido urbanístico tanto de Pompeya como de 
ciudades aledañas. Este fue uno de los factores clave 
cuando ocurrió la catástrofe del 24 de agosto. 

“Irónicamente un día antes (23 de agosto) era la fiesta 
del dios Volcano y todo el mundo celebraba, pero al día 
siguiente se ve por primera vez la columna eruptiva que 
fue el inicio de la erupción”, comentó Madden. 

El viento, que estaba en dirección hacia el sureste, fue 
otro de los factores importantes en esos días de 
destrucción y muerte, transportando un flujo de material 
piroclástico –nube de gas, ceniza y roca sobrecalentadas 
expulsadas del volcán- hacia Pompeya. 

En Herculano, el balneario de la Roma antigua y sitio de 
las grandes y majestuosas villas, la situación era 
diferente: sus habitantes podían ver la columna eruptiva 
y sentir los temblores asociados con la erupción, pero 
no sufrían –en ese momento- de ningún efecto. 

“Uno de los errores es que mucha gente piensa que fue 
una erupción de lava lo que acabó con estas ciudades, 
pero lo que realmente sucedió fue que avalanchas de gas 
incineraron todo al instante, las personas en Hercolano 
no tuvieron tiempo de nada, en cuestión de minutos la 
primera avalancha arrasó con todo”, narra Francesca. 

Un total de 75 pies de material piroclástico cubrió la 
ciudad; esto le provocó la muerte a sus habitantes, pero 
también les permitió pasar a la posteridad…y a la 
historia. 

Según Madden, este material es dúctil y se amoldó a 
cualquier superficie; es por eso que desde cadáveres 
humanos, joyas, monedas, la estructura de las casas y 
hasta alimentos se han podido conservar a pesar del paso 
de los siglos. 


EXHIBICIÓN  

La mayoría de las piezas que forman la muestra son 
pequeñas y con mucho detalle, desde anillos con grabados 
que sólo se pueden ver a través de una lupa, hasta 
llaves de las puertas de las casas. 

Además de cosas de más valor como joyas, dinero o 
artefactos de uso diario que tienen un valor mucho más 
grande, desde grabados en pieza, monedas fusionadas por 
el calor hasta cajas de seguridad. 

“Muchas son cosas que la gente podía llevar puestas o en 
sus bolsillos, en ese momento y en cierta manera nos 
pone a pensar qué llevaríamos nosotros actualmente si 
estuviéramos en una situación parecida”, agrega Madden. 

La muestra está organizada por ciudad, primero está 
Herculano, luego Oplontis y al final Pompeya y dentro de 
cada ciudad, el tema es la casa y las víctimas que ahí 
fueron encontradas con todo y su indumentaria en ese 
momento. 

La directora de exhibiciones del Museo dice que 
normalmente cuando se habla de Pompeya se piensa en las 
clases altas, pero asegura lo que hace diferente y rica 
a esta muestra es que “habla” de la gente común, desde 
el campesino, el esclavo, el gladiador y el doctor. 

Para ella, una de las piezas más conmovedoras de la 
exhibición es un juego de materiales quirúrgicos que fue 
encontrado cerca de una de las víctimas. 

“Con cosas como ésta es que empiezas a poner punto por 
punto para crear esta historia, y uno empieza a imaginar 
que quizá este hombre era un doctor y quizá salvar a la 
gente; esta exhibición muestra que la tragedia fue un 
ecualizador que puso a gente de todos los campos en un 
mismo lugar en una misma situación, la naturaleza no 
discrimina”, finalizó Madden. 

Las piezas de “Pompeya: historias de una erupción”, 
provienen del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles y 
de la Superintendencia de Arqueología de Pompeya, una de 
las organizadoras del evento y es presentada gracias al 
patrocinio de Harris Bannkcorp. 

“Pompeya”, se exhibe hasta el 26 de marzo de 2006

Para consultas escribir a:

elhomosapiens@hotpop.com

 

LINK (fuente)

http://www.laraza.com/ 

El Homo Sapiens